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Channel: CÁCERES AL DETALLE
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LO QUE NOS QUEDA DE LOS FRATRES DE CÁCERES

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Todos conocemos el barrio de los Fratres, pero muchos cacereños no conocen la procedencia de este nombre y toda la historia que se esconde detrás de él. Hoy os voy a contar muy brevemente su origen, su final y qué podemos ver en la ciudad aún de esta antigua orden religioso-militar.

Durante la reconquista de España se extendieron las órdenes militares, creadas por los nobles a los que el Rey iba “regalando” terrenos para favorecer el repoblamiento y la defensa de las tierras conquistadas. En 1170, cuando Fernando II reconquista la ciudad, nace un nuevo instituto religioso-militar a manos de D. Suero Rodríguez y D. Pedro Fernández, acordando crear una orden cuyo fin sería el de luchar contra los infieles y proteger los caminos que llevaban a Santiago. Eligieron para la ocasión el sonoro nombre de: “Congregación de los Frates de Cáceres  y Caballeros de la Espada”, aunque entre los vecinos se les conocía como “Cáceres y Espaderos”. Sitúan su sede en lo que hoy es la Iglesia de Santiago, en la que habría un templo anterior de esta época, y ya intramuros situaron la casa del Maestre, entre la actual Plaza del Socorro y la Calle tiendas.

La fortuna no acompañó a la Orden desde su fundación, protagonizando la famosa batalla en la que el emir Yusuf-abu Yacub volvió a tomar la ciudad y aniquiló a 40 miembros de los Fratres que resistían en lo que hoy es la torre de Bujaco, siendo este uno de los orígenes posibles del nombre de la torre, por evolución del nombre del emir.

En 1183 Fernando II vuelve a tomar la ciudad con la imprescindible ayuda de los miembros de la orden, aunque esta nueva reconquista duró poco tiempo. Los Fratres establecieron su base en un castillo situado entre Galisteo y Coria que el Rey de León les donó en 1209. Poseían otras fortalezas, como la Casar de Palomero o la de Granadilla, aunque a decir verdad, la orden poseía más pretensiones que poder o riquezas.

El golpe decisivo para su disolución llegó con la definitiva conquista de Cáceres en el 1229 por Alfonso IX de León, que desde hacía años estaba enemistado con el Papa, la Iglesia en general y todo aquel que la representara. Estuvo a punto de ser excomulgado por conspirar junto a los musulmanes para luchar contra el reino de Castilla, posteriormente desobedeció las órdenes del Papa Celestino III cuando le prohibió, en dos ocasiones, contraer matrimonio con dos primas suyas, la primera Teresa de Portugal y posteriormente con Berenguela de Castilla. Con estos antecedentes es de entender que el rey no quisiera en la nueva ciudad conquistada más poder que el suyo, por lo que al redactarse los Fueros de Cáceres, la declara como Villa libre del poder nobiliario y del poder religioso. Aunque la colaboración de los caballeros fue fundamental para la conquista de la ciudad, el monarca les “invita” a marcharse y a cambio les ofrece los pueblos de Villafáfila, Castrotorafe y 2000 maravedíes. Los caballeros acceden y se marchan de la ciudad despojándose para siempre del nombre de los Frates de Cáceres, pasando a convertirse en la orden de Santiago.


Al ser expulsados de Cáceres y cambiar el nombre de la orden también deciden cambiar el símbolo que les caracterizaba y que mostraban en sus capas y escudos para adoptar la famosa espada en forma de cruz con flores de lis, que es común a otras órdenes religiosas. Abandonan, por tanto, su símbolo original que consistía en dos espadas cruzadas con las puntas hacia abajo, que como describe el Rey Sabio en sus escritos, son las dos espadas que sostienen el mundo: el poder espiritual y el poder temporal, es decir, el Rey es vicario de Dios en lo temporal como el Papa lo es de lo espiritual.


Y la pregunta es ¿queda algo de los Fratres en Cáceres? Pues más de lo que pensamos. Si nos acercamos a la iglesia que les sirvió de sede, la Iglesia de Santiago, a su puerta de los peregrinos, y nos fijamos en los canecillos, a la izquierda y parcialmente partido vemos el símbolo de la orden. Estos canecillos pertenecen al templo original del siglo XII-XIII. También está representado Santiago con los atributos de peregrino, así como las veneras que marcan y representan al santo camino. En el interior del templo aparece, de nuevo, el escudo de la orden. Si nos dirigimos a la calle de Caleros y enfilamos la cuesta que lleva a la Plaza del Socorro, vemos que la calle conserva el nombre de La Calle del Maestre, porque era la calle que llevaba desde el templo de los Fratres a la morada del Maestre de la Orden, que se situaba intramuros y de la que sólo queda la Torre de los Espaderos. En esta torre, en la calle tiendas, podemos volver a ver el símbolo de las dos espadas cruzadas. Y por último, un vestigio que creo que es de los más presentes: los apellidos Cáceres y Espadero. Os contaba al principio que en la ciudad a los miembros de la orden se les conocía como “Cáceres y Espaderos”, por lo tanto es muy probable que este sobrenombre lo tomaran además como distintivo y apellido de la pertenencia a los Fratres, y muy posiblemente todos los Espaderos (que tomaron como escudo el mismo de la orden) y Cáceres que existen por el mundo, lleven sangre de los originales caballeros de Santiago.












La verdad es que es un privilegio vivir en una ciudad con tanta historia, que alberga tantos secretos que nos quiere contar a través de sus piedras si nos fijamos con curiosidad, cariño y a admiración en sus DETALLES.

BIBLIOGRA CONSULTADA
http://www.camaracaceres.es/actividades/publicaciones/libros/completos/61/contenidos/morales.htm
http://norbacaesarina.blogspot.com.es/2013/11/la-leyenda-de-los-40-caballeros-de-los_30.html

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