En el mes de marzo os enseñaba, Al Detalle, una pequeña fuente situada junto al camino de los pucheros en Malpartida de Cáceres, en las proximidades del Monumento Natural de Los Barruecos. Buscando en los distintos servicios cartográficos no logré encontrar el nombre de aquel manantío, pero afortunadamente, un seguidor del blob, Abel Parra, y buen conocedor de la zona, me dijo que en el pueblo la llamaban “la fuente del cuerno”, y añadió: “como el pozo que hay al otro lado del camino”. He de reconocer que me sorprendió aquello porque cuando estuve por la zona yo no vi ningún pozo, así es que en cuanto pude me subí a la bici para buscarlo. Cuando llegué la vegetación y lo encharcado del terreno me impidieron explorar aquel otro lado del camino y me marché con la idea de volver un poco más adelante para encontrar al escurridizo pozo.
Hace unas pocas semanas, rodando por el camino de los pucheros, y sin haberme vuelto a acordar de aquella historia, me percaté de una “puerta vegetal”, un hueco en la maleza que abría paso a una zona llana libre de vegetación. Me recordó a aquellas películas en las que en un laberinto de plantas, por arte de magia se abre un hueco para que el protagonista se salve de una muerte segura. Me bajé inmediatamente de la bici y crucé aquel umbral verde con la seguridad de encontrarme con el pozo del cuerno… y así fue; allí esperaba paciente el encuentro que se había postergado durante varios meses.
Con unos dos metros de diámetro y nos más de medio metro de altura en su brocal granítico, descansa este viejo pozo con un moderno enrejado de seguridad sobre él. Me sorprendió inmediatamente el alto nivel de agua que atesoraba a pesar de lo seco de este verano. Siempre que me encuentro con estos pozos mi mente no puede evitar fabular sobre el entramado de estratos, diaclasas, oquedades y canales que propician este tipo de surgencia de agua mientras los arenales con pasto seco y los bolos graníticos lo envuelven todo.
Así es que por fin y gracias a Abel Parra y el haber encontrado esa “puerta vegetal” pude presentarle mis respetos a este viejo morador del borde del camino que tantas veces habrá abastecido la sed del ganado y del pastor sediento, y por eso, para darle la importancia que tiene, he querido mostrároslo, Al Detalle.