Quantcast
Channel: CÁCERES AL DETALLE
Viewing all articles
Browse latest Browse all 463

ARCOS CON HORNACINA I: EL ARCO DEL CRISTO I

$
0
0
Voy a comenzar una serie de entradas dedicadas a los arcos con hornacinas que se encuentran en la ciudad monumental y a las hornacinas sin arco que también existen, porque nunca se acompañaron de uno, o porque este fue derribado. Y no podría comenzar por otro lugar que no fuera la Puerta del Río, del Concejo o el Arco del Cristo, la única entrada a la Norba Caeserina romana que aún se conserva. La fundación de la colonia debió de ocurrir en el siglo I a.c. aunque no existe unanimidad a la hora de fijar una fecha. Algunos autores la datan en el año 34-35 antes de nuestra era a manos de Cayo Norbano Flaco, mientras que otros lo hacen en el 25 a.c. por Lucio Cornelio Balbo. 


Fue construida utilizando sillares graníticos que se colocaban a soga y a tizón, es decir, colocados a lo largo y a lo ancho. La organización urbanística adoptó un sistema de trazado hipodámico: se construyeron cuatro entradas principales, una para cada lado: al norte, el arco de Coria o del Socorro, al sur la puerta de Mérida, que pudo haber sido la principal por estar dirigida hacia la capital Emérita Augusta, al Este el arco del Cristo o puerta del Río, y al Oeste, entre las torres de Hierba y del Horno, se situaba otra entrada de la que no conocemos su nombre donde se encontró la piedra fundacional de Norba Caesarina. Aunque quedan pocos restos de esta muralla romana, podemos observar cómo fue construida acercándonos a las proximidades de la desaparecida puerta de Coria donde se encuentran los restos de la muralla romana y observando, como vamos a hacer en esta entrada, al Arco del Cristo.

Esta arco supone un acceso de tipo directo con un profundo corredor cubierto por bóveda de medio cañón en cuyos frentes se remata con arcos de medio punto apoyados en simples mochetas. Debido al desnivel existente el arranque de los arcos se realiza a distinta altura. Está realizado con sillares graníticos de unos 50 cm. El intradós es el segmento que mejor conserva el trazado original, con unos 6,5m de recorrido y unos 3,5m de anchura, algo menor en la parte exterior al verse retranqueado para facilitar el sistema de puertas que cerraban el acceso y del que aún se conservan perfectamente visibles, los puntos de anclaje. También debió de existir en algún momento algún tipo de reja de la que se ven todavía los puntos de inserción en la piedra.








Estas medidas permiten hacerse una idea del grosor aproximado de la muralla original, al menos en este flanco. Los sillares fueron dispuestos a hueso en los paramentos, aunque puedan apreciarse rellenos en algunas juntas que han sido añadidos recientemente. Las claves de ambos arcos se sitúan a unos 4 metros de altura, aunque se sabe que esta altura debió ser mayor porque el pavimento en aquella época se situaba por debajo del nivel actual.





En la cara interior se encuentra prácticamente tapado el arco por una vivienda construida encima  y que sólo deja ver algunas dovelas y la jamba derecha, ya que la del lado izquierdo se encuentra tapada por otra edificación. La cara exterior sí deja ver gran parte del lienzo frontal, realizado íntegramente por sillares pero que posiblemente se deba a la reconstrucción llevada a cabo en época almohade, al igual que el cubo defensivo que se dispone en un ángulo de 45 grados que debió agregarse también en esa época. Se cree que existiría otro similar al otro lado pero que se perdió.




El cuadro que podemos ver se añadió a finales del siglo XVIII, aunque no es descabellado pensar que existiría anteriormente alguna otra imagen religiosa como era costumbre en el medievo para ofrecer protección divina en la entrada y la salida de la villa. Y aunque parezca mentira no he podido encontrar ninguna información sobre el lienzo, aunque prometo seguir intentándolo




Hoy hemos mirado al pasado desde una de las zonas conservadas más antiguas de ciudad, testigo mudo del paso de los siglos, de las modas, de las guerras y de la paz. Cómplice bajo la lluvia de las aguadoras que lo transitaban en un incesante ir y venir a la Fuente del Concejo con los cántaros en la cabeza y la cintura. Observador de la entrada de la Vía de la Plata primero, y del camino de Santiago después. En definitiva, un fragmento importante de nuestra historia al que hoy hemos querido mirar AL DETALLE. 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Aproximación a la muralla tardoantigua de Cáceres. Carlos Marín Hernández
La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales. Samuel Márquez Bueno. Pedro Gurriarán Daza
http://caminosdecultura.blogspot.com.es/

Viewing all articles
Browse latest Browse all 463

Trending Articles