Hoy nos vamos a asomar a una pequeña y preciosa casa situada a tan solo unos centenares de metros de distancia de la ciudad antigua. Actualmente se encuentra rodeada, y casi engullida, por las obras de la Ronda Sudeste de Cáceres. Se trata de la casa de Valincoso, que en principio no tiene ningún elemento que destaque demasiado; de planta rectangular, dos pisos realizados en mampostería con cantería en puertas y ventanas… Actualmente presenta un profundo carácter agropecuario porque a ella se le han adosado varias dependencias con tal fin, pero si nos fijamos Al Detalle, vemos un escudo a la derecha del balcón central y que no muestra un paralelo al otro lado. El escudo no pertenece a ninguna de las familias nobiliarias que sembraron de emblemas sus construcciones. No es el escudo de los Golfines, ni de los Ulloa o de los Mogollones; se trata en realidad del escudo de la Compañía de Jesús, es decir, de la Orden de los Jesuitas.
¿Qué pinta este escudo en una casa que hasta ahora ha estado siempre en mitad del campo? ¿Qué relación tuvieron los jesuitas con Cáceres? Vayamos por partes y comencemos conociendo algo de la Compañía de Jesús. Fue fundada en París por un vasco, San Ignacio de Loyola, en 1534 y aprobada el 27 de septiembre de 1540 por el Papa Paulo III. El primogénito de una importante familia cacereña, D. Francisco de Vargas y Figueroa recibe la llamada de la fe y decide tomar los votos como jesuita y el 2 de octubre de 1698, el día antes de fallecer, hace testamento dejando todos sus bienes (que no eran pocos) a la orden para que fundara en Cáceres un colegio y una iglesia bajo la advocación de San Francisco Javier. A decir verdad, no era el primer intento de la orden de instalarse en la ciudad, en 1665 enviaron a Tirso González para intentarlo, pero entre que los franciscanos y dominicos no estaban por la labor de tener más competencia y que no tenían financiación, pues la cosa no llegó a nada hasta que fallece el bueno de D. Francisco que nombra como “cobenefactor” al ayuntamiento lo que llevó a que, entre unas cosas y otras, la iglesia y el colegio no se terminaran hasta 1755. Se inauguraron oficialmente el 3 de octubre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Vargas y Figueroa que hasta ese momento estuvo enterrado en Santa María hasta que lo trasladaron a la Cripta de la Iglesia de San Francisco Javier. Tuvimos noticias del “redescubrimiento” de su tumba en enero de 2005 mientras se hacían las obras del centro de interpretación de la Semana Santa, siendo el único morador del lugar ya que el resto de sepulturas se encontraron vacías.
La estancia de los jesuitas en la ciudad no fue muy prolongada, pues como todos sabemos, fueron expulsado por la Pragmática Sanción de 1767 de Carlos III. Es decir, 57 años de obras y tan solo 12 de “disfrute” de la obra terminada. El colegio pasó a ser seminario, también albergó el instituto de segundas enseñanzas, fue sala de exposiciones y ahora es la sede de la ESAD y la Filmoteca de Extremadura.
Entonces ¿de dónde sale este escudo? Pues no lo tenemos muy claro, la verdad, podría ser un reaprovechamiento en alguna reforma (aunque no tendría mucho sentido), o lo que es más probable, que la casa y la fértil huerta de Valincoso formaran parte de la herencia de Francisco de Vargas y Figueroa y así acabara siendo uno de los bienes de la orden. Tendremos que indagar en el testamento del benefactor para salir de dudas.
¿Qué vemos en el escudo? Excepto el circulo solar que a veces se representa en él, aparecen el resto de los elementos típicos del emblema de la Compañía de Jesús: el monograma IHS cuyo origen he explicado yavarias veces. Los acrónimos antiguamente se distinguían con una línea horizontal que formaba una cruz con la barra de la H minúscula. Se convirtió en algo común escribir el monograma en mayúsculas, pero para no eliminar esa cruz de la H, colocar una nueva sobre ella como vemos en este escudo. Bajo el monograma el Corazón de Jesús con los tres clavos de la pasión (dos de las manos y uno de los pies) y que en ocasiones se han identificado con los tres votos de la orden: pobreza, obediencia y castidad.
Hoy solo os quería enseñar, Al Detalle, este curioso escudo, seguramente el único, de la Compañía de Jesús que se conserva en Cáceres y así poder conocer un poco de la historia de la orden en la ciudad y descubrir esta preciosa casa que guarda una gran belleza rodeada por las obras de la Ronda Sureste.
P.D. Parte del información de este post ha sido obtenida en el blog QUIZÁ PODAMOS ESCOGER NUESTRA DERROTA